
Guanajuato. – En la Fiscalía General del Estado de Guanajuato trabajamos con una convicción profunda: cada persona desaparecida es una historia, una ausencia que duele, y una familia que merece verdad, justicia y respuestas.
Los registros de personas desaparecidas no son cifras ni estadísticas: son nombres, rostros y vidas que guían cada una de nuestras acciones de búsqueda e investigación. Con esta visión, en la FGEG estamos consolidando un modelo de trabajo humanista, innovador y comprometido con las víctimas.
Nuestro objetivo es ser una institución que, más allá de sus obligaciones legales, actúe con sensibilidad, eficiencia y respeto. Hemos adoptado modelos de gestión, operación y desempeño que colocan a las personas en el centro, elevando la calidad de la atención y la respuesta institucional.
Como parte de este compromiso, implementamos una estrategia integral para fortalecer la calidad, trazabilidad y pertinencia de la información en los registros de personas desaparecidas. Este esfuerzo se ve reflejado en una coordinación sin precedentes con la Comisión Estatal de Búsqueda, a través de un Plan de Trabajo Interinstitucional que ha permitido mejorar de forma significativa la actualización del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) y del Registro Estatal.
Sabemos que uno de los grandes retos es mantener estos registros actualizados, confiables y útiles para quienes buscan a sus seres queridos, así como para quienes diseñan políticas públicas y acciones de atención. Apostamos por un sistema que no solo acompañe la búsqueda, sino que también fortalezca la prevención y la procuración de justicia.
Hoy podemos compartir un avance significativo: al corte de septiembre de 2025, nuestros registros institucionales reflejan una disminución en el número de personas desaparecidas en Guanajuato.
Es importante destacar que el 90% de las personas reportadas como desaparecidas han sido localizadas y reintegradas a su núcleo social, lo cual refleja el impacto positivo de los esfuerzos implementados.
Este logro no es casual: es el resultado de un trabajo técnico, articulado y profundamente humano, que se ha fortalecido a través del diálogo constante con colectivos, familiares y buscadoras independientes, cuyas voces han sido fundamentales para reorientar y mejorar nuestras estrategias de búsqueda e investigación.
De este diálogo han surgido acciones emblemáticas como:
· “Rostros que no se olvidan”, una estrategia que utiliza antropología forense e inteligencia artificial para generar hipótesis visuales que apoyen la búsqueda en vida.
· “La búsqueda nos une”, jornadas de proximidad que acercan la ciencia forense a las comunidades, facilitando procesos de identificación y reconstrucción de historias.
Estas acciones no sustituyen la esperanza, la acompañan. Y reafirman nuestro compromiso de que cada persona ausente siga siendo buscada, recordada y esperada.
Además, la reciente reforma a la Ley General en Materia de Desaparición Forzada, Desaparición cometida por particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda fortalece las capacidades de nuestra Fiscalía Especializada. Esto nos permitirá consolidar aún más nuestros sistemas de registro, así como mejorar el trabajo forense y de búsqueda inmediata.
Estamos listos para aplicar estas nuevas disposiciones con responsabilidad, sensibilidad y voluntad institucional. Cada paso que damos, cada herramienta que desarrollamos, y cada caso que atendemos, tiene un mismo propósito: Regresar a casa a quienes aún nos faltan.